A través de la historia y las distintas culturas, la figura masculina se ha presentado casi siempre como símbolo de poder. En ese sentido nos cuesta ver cómo este arquetipo es susceptible de recibir tratos violentos cuando es el mismo el responsable principal de acometerlos. Pero sabemos que de muchas formas evidentes y otras veladas o naturalizadas por la cultura, los hombres reciben tratos violentos de sus pares e incluso, en muchos casos, esa violencia está emparentada con el odio a la representación de lo femenino trasladado a la conducta que resulta incongruente con un hombre. Otras veces resistir situaciones o actos violentos supone la máxima expresión de lo que significa ser un verdadero hombre. Desde este contexto ideológico, parten las propuestas artísticas que nos presentan algunos de los miembros de CAEL en este reto.
La violencia hacia el hombre es un tema poco hablado y que cada día se va incrementando dentro de parejas homosexuales como heterosexuales. Generar ee poder de posesión, de forzar a callarse, a menospreciarlo por su cuerpo o por su elección de vida, hasta atormentarlo y disminuirlo como persona.