Vivimos en un mundo que se asusta del desnudo frontal masculino y busca educadamente la censura, pero si viviéramos en un mundo paralelo donde el arte puede mostrar el pene sin pena ¿cómo proyectarías tu obra? ¿Hasta dónde serías capaz de llegar si no existieran esos límites?
Con este díptico quise expresar el prejuicio que se tiene respecto a la imagen del pene influenciado por la religión y el concepto de pecado (representado por las manzanas). Incluso la postura de estar sosteniendo ese pecado para taparlo. Sin embargo, al mostrar, se está relajado y, aunque siga esa presencia religiosa presente, se puede convivir con ambas cosas.